Mis padres como modelo de pareja



Las primeras y más importantes interacciones que vivimos en torno a la pareja, y que nos van a marcar de por vida, las tenemos con nuestros padres. Ellos, con todo lo que nos transmiten, tanto con sus enseñanzas y ejemplos como con lo que percibimos de una manera más sutil, y aquí hablo de sus miedos, conflictos internos... van a hacer que generemos, entre otras cosas, una idea de lo que es una relación de pareja.

¿Te identificarías con tus padres como modelo de pareja? ¿O, por el contrario, no ves nada en común entre su relación y la que tú mantienes? En cualquier caso, mi opinión es que el modelo parental marca la referencia de lo que acabará significando el hombre para la mujer, y la mujer para el hombre. No me he encontrado de momento con parejas homosexuales, pero la situación se puede extrapolar.

LA FIGURA PATERNA Y LA FIGURA MATERNA

Lo primero que hay que decir es que, al hablar de figura paterna y materna no hablamos únicamente del padre y la madre. En una familia donde alguno de los progenitores esté ausente por trabajo, por divorcio, enfermedad o fallecimiento... un hermano mayor, un abuelo, un tío o un vecino pueden ocupar esta figura y ser un referente para un niño, ocupando el sitio y el rol que los progenitores dejaron vacío...

Te voy a contar una curiosidad, y es que lo que creemos que pasa a la hora de buscar pareja tiene muy poco que ver con lo que realmente ocurre.

Idealizamos en nuestra búsqueda a una persona que nos complemente, que nos haga felices, que sea un prototipo que nos dé lo que necesitamos... Pero eso es sólo un reflejo de nuestra necesidad, de nuestras carencias ante los conflictos que hemos ido adquiriendo durante toda la vida.

LAS CARGAS DE LA NIÑEZ

La realidad a la hora de elegir pareja viene más condicionada por tu inconsciente. Y tu inconsciente reaccionará en función de lo que hayas vivido en la niñez, principalmente, ya que ahí es donde se asientan los principales roles sobre determinadas figuras. Y, sobre todo, de cómo interpretes el papel de lo que es un hombre o de lo que es una mujer. Y esa información tiene muchísmo que ver con lo que tus padres te hayan transmitido y con cómo tú lo hayas vivido. Pero esa vivencia es muy particular y tiene muchos matices... Hablemos de ellos.

¿Qué pasaría, por ejemplo, si una niña pequeña identifica la muerte de su padre como que éste le ha abandonado, que le ha fallado? Pues sería la idea que tendría a partir de ese momento de que eso es, precisamente, lo que los hombres hacen con ella: abandonarla. Y buscaría en el futuro, por ejemplo, hombres que no se comprometan con una relación. Aunque también podría, en vez de vivir como un abandono la muerte del padre, idealizar todo el tiempo que pasó con él, y crear una dependencia de ese amor de por vida. Podría acabar comparando a sus parejas con un padre idealizado y, claro, nunca darían la talla.

¿Y si a esa niña, su padre, que en este caso está vivo (o su madre), le hacen ver que las mujeres están en casa al servicio de sus maridos? Pues si interioriza esta idea, acabará con parejas que le hagan adoptar este rol. Da igual que conscientemente se revele y no quiera ser ama de casa y decida trabajar... la sumisión acabará adoptando en su vida, de una forma u otra, un papel crucial, ya que es lo que le han inculcado en lo más hondo de su ser (en su inconsciente).

Sé que te crispa este último párrafo porque pensarás que estás irremediablemente atrapado por tu destino... Pero no es así. Luego entenderás por qué hablo de esta manera.

Como ves, esto es sólo un pequeño registro de todo lo que podría pasar, pero en función de cómo se perciba una misma situación, el resultado puede ser muy distinto.

77b598a5ca1e21e20b038035f691651djpg




LA POLARIDAD

Te voy a hablar ahora de otra cosa que sucede con las parejas: si a un niño le han educado de manera estricta, enseñándole que no se puede comportar tal cual siente, sino como se espera de él que actúe, cuando crezca buscará una pareja que le haga enfrentarse a esa limitación que tiene, porque otra cosa a tener en cuenta es que las parejas son polares. El que es muy extrovertido se junta con alguien más introvertido, el que es muy dominante con alguien muy sumiso... pero siempre buscamos la polaridad, porque es de donde tenemos que aprender algo; ya que si yo domino un extremo me queda aprender del otro para estar completo.

DÓNDE ME ENCUENTRO

No son tan importantes las situaciones por las que puedas haber pasado, sino cómo tú las percibes, cómo las vives. De esa vivencia saldrá EL PUNTO DONDE TE ENCUENTRAS EN ESTE MOMENTO, que es una realidad condicionada por todos tus conflictos y limitaciones en el presente. Esa realidad te creará unas carencias que tendrás que llenar, y puede que sea tu pareja, entre otros, a quien busques para que lo haga. Aunque éste, será otro error que tendrás que afrontar, porque nadie más que tú puede solucionar tus carencias. Deberías aspirar a estar bien tanto con pareja como sin ella.

Para entender qué es exactamente este PUNTO DONDE ME ENCUENTRO, compararé la situación de la niña del ejemplo de arriba con lo que sucede en el “Mito de la caverna” de Platón.

Allí, dentro de la caverna, las personas que Platón imaginaba sólo veían sombras proyectadas por velas, e identificaban estas sombras reflejadas en la pared como la realidad. Luego, se dan cuenta de que son las velas las que proyectan las sombras, por lo que despiertan a una realidad superior. Con el tiempo, logran salir de la caverna y contemplar la luz de las estrellas, alcanzando un nivel superior de consciencia.

Un proceso parecido sucedería con esa niña. Al principio, estará condicionada por lo que la muerte de su padre le haya hecho vivir. Y esta interpretación le limitará en las relaciones de pareja. Si es capaz de acceder al punto desencadenante que le provoque este conflicto (lo que sintió en lo más hondo de su ser cuando murió su padre) y realizar un aprendizaje de la situación que vivió, cambiando así su sistema de creencias y eliminando sus conflictos internos, despertará a una nueva realidad, en la que podrá ver las estrellas.

A partir de ahí, la niña podrá acceder a personas que vibren en su misma frecuencia, que le acompañen en su camino en la vida sin ser un lastre, sino más bien un complemento para enfrentarse a lo que el destino le depare, y de esa forma, obtener relaciones más saludables. Sin dependencias, sin que nadie tenga que ir a rescatarla.

La cruda realidad es que, como no sabemos acceder a nuestro inconsciente ni a los sucesos puntuales que desencadenan conflictos en nosotros, terminaremos buscando a alguien para que nos ayude a realizar un aprendizaje de nuestros conflictos internos y no para que nos acompañe en el camino de vida. Que esa relación sea con el paso del tiempo positiva o negativa para mí, es algo que ya se verá...

Piensa además, que en la pareja sois dos, y que cada uno tiene que encontrar su propia realidad.

Según parece, al no poder acceder a la información inconsciente que nos limita todo parece escaparse a nuestro control, pero enseguida veremos que esto no es del todo cierto.

¿QUIÉN ELIGE A MI PAREJA?

Si te fijas bien, parece que somos nosotros, desde nuestra consciencia, los que realizamos este acto de elegir pareja. Simplemente valorando una sonrisa, un pelo bonito, su forma de hablar, su cuerpo, su simpatía... pero esa información es recibida al instante por el inconsciente quien, en décimas de segundo, la compara con todo lo vivido a lo largo de toda una vida, realiza todas las apreciaciones posibles y determina si esa persona es la que debe estar a tu lado. Al cabo de un rato, cuando tu inconsciente está ya durmiendo la siesta tras el esfuerzo de elegir a la que te gustaría que fuera tu media naranja, tu parte consciente se percata de que esa chica o ese chico que tiene delante le gusta, y se cree que ha decidido al respecto. Pero esto no es así. Cuando el consciente va, el inconsciente ya ha ido y ha vuelto.

¿CÓMO ACCEDER AL INCONSCIENTE?

Pues bien, al final vemos que sólo accediendo a este inconsciente y llegando a los conflictos que viviste con tus padres, sobre todo en la niñez, podrás darte cuenta de qué es lo que te condiciona para elegir a la que crees que va a ser la mujer o el hombre de tu vida. Pero, ¿cómo lo hacemos?

Para una persona con sus partes mental y emocional equilibradas y un alto nivel de consciencia, es más fácil acceder al inconsciente, ya que éste se manifiesta a través de las emociones, y si somos capaces de poner nuestro raciocinio al servicio de lo que marcan nuestras emociones, tendremos mucho ganado. Pero esto no suele ser lo normal. Lo más lógico es que, al menos al principio, necesitemos ayuda para aprender a separar la paja del grano, ya que confundiremos las creencias que tenemos con el fondo que hay realmente en nosotros.

A través del método D.E.E.P.® (Desbloqueo Energético Emocional Profundo) podemos acceder a esta información inconsciente, y desde ahí puedes ver por ti mismo qué conflictos te limitan, cuál es tu realidad y qué son sólo creencias, y ver desde ahí qué es lo que te condiciona en el amor.

Sólo a través del aprendizaje de tus propias limitaciones podrás llegar a tu realidad, y elegir libremente a quien quieras que esté a tu lado.



lunallena234jpg